Mientras el tiempo pasa. | viernes, marzo 15, 201311:25 | 1 Sentimientos |
Dieron las 10 de la noche y tú no aparecias. Mis zapatos rojos, manchados por el lodo. La lluvia que descendia lentamente desde mi cabello hasta caer por mis hombros, mojaban mi ropa. El árbol donde me encontraba no ayudaba a parar la lluvia, mientras veía cómo las hojas caían una por una por la fuerza de las gotas y yo seguía ahí, parada, esperando por ti. Saqué mi celular y ni un mensaje, ni una llamada perdida, nada.
11:30 p.m.. seguía repitiéndome que podía, que debía esperarte, que valía la pena el tan solo verte y sentir un abrazo con un: "lo siento, se me hizo tarde."
Seguí ahí en el mismo lugar, jugando con mis zapatos y el charco que se había formado debajo de mi. "Cinco minutos más", me dije. Nada, nunca llegaste. Las lágrimas empezaron a descender por mis mejillas y se mezclaban con las gotas de lluvia, nadie podía notar lo que sentía en ese momento.
Seguí ahí en el mismo lugar, jugando con mis zapatos y el charco que se había formado debajo de mi. "Cinco minutos más", me dije. Nada, nunca llegaste. Las lágrimas empezaron a descender por mis mejillas y se mezclaban con las gotas de lluvia, nadie podía notar lo que sentía en ese momento.
De pronto escuché pasos, volteé, pero no eras tú. Para mi mala suerte, era una pareja que corría debajo del árbol para escapar de la lluvia, mientras veía como el chico que iba tomado del brazo de su chica, la abrazaba fuerte para que ella no sintiera frío. Por un segundo, nos imaginé.
Corrí para escapar de la imagen que había visto y me causaba nostalgia. Llegué al hotel, subí las escaleras, entré a mi departamento y me apresuré a sacarme la ropa mojada, me cambié y me metí entre las sábanas, mientras veía la lluvia caer a través de la ventana.
Me senté al borde de la cama, cogí el reloj y lo puse a las 11:11, le saqué la bateria y lo dejé ahí, detenido a esa hora, deseando que la chica que se quedó esperando debajo del árbol hubiera logrado encontrarse con el que tanto amaba, que él nunca se hubiera olvidado de ella y que ahora estuvieran en alguna esquina, tomando un café para abrigarse de la lluvia.
Me acosté en la cama deseando que todo lo que había pasado, hubiera sido solo una pesadilla y que el deseo de las 11:11 hubiera sido realidad.
El mensaje nunca llegó.
Me acosté en la cama deseando que todo lo que había pasado, hubiera sido solo una pesadilla y que el deseo de las 11:11 hubiera sido realidad.
El mensaje nunca llegó.
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