La verdad del por siempre. | domingo, octubre 14, 201218:16 | 3 Sentimientos |
Me desperté a la misma hora de todos los días. Traté de cubrir mis ojos con la almohada, mientras los rayos de sol entraban por mi ventana. Estiré mi brazo para poder abrazarte, pero no estabas. Me sobresalté y al girarme, vi una nota que decía: "camina con cuidado, sigue las flechas."
En el piso encontré varios papeles recortados y caminé despacio, con una sonrisa en mi rostro, como una niña emocionada en una mañana de Navidad. Bajé las escaleras y el olor del café recién hecho me hizo estremecer. Entré a la cocina y te vi ahí, sentado, con el desayuno listo y una sonrisa en tu rostro que me invitaba a tomar el café junto a ti. Brinqué a tus brazos, mientras el miedo de que algún día te marches, desaparecía poco a poco.
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